sábado, 28 de septiembre de 2019

Gestos (microrrelato)


Un día en el supermercado vio que querían cobrarle de más y, con un simple gesto, sin una palabra, hizo que el cajero marcase el precio correcto. Al llegar a casa, se dio cuenta de que también podía reñir a su niño sin decirle nada. Con el gesto adecuado. Con la mirada justa. Poco a poco empezó a dejar de hablar, y terminó expresándose únicamente a base de gestos. A su mujer le pareció interesante. Intrigante. A sus amigos, a sus compañeros de trabajo, también. Y comenzaron a imitarlo. A practicar delante del espejo. Tres generaciones después, el lenguaje había desaparecido, y la humanidad entera se comunicaba moviendo músculos en la cara.